Inicio » Clima » Descubren nuevas claves sobre la formación de océanos y la dinámica interna de la Tierra

Estructura interna de la Tierra

El planeta Tierra no deja de ofrecer sorpresas a la comunidad científica, que observa con detenimiento tanto su comportamiento interno como las señales que aparecen en la superficie. Los avances más recientes han puesto el foco en procesos geológicos y dinámicas de rotación que afectan a la configuración del planeta y a la vida cotidiana, desde el origen de nuevos océanos hasta la medición precisa del tiempo.

En las últimas semanas, la atención ha girado en torno a dos fenómenos: el descubrimiento de pulsos de manto rítmicos bajo África, capaces de fracturar el continente en un futuro lejano, y la inesperada aceleración de la rotación terrestre que ha acortado algunos días, algo que desconcierta a los investigadores y que contradice la tendencia histórica.

Nuevas evidencias sobre la evolución de la corteza terrestre en África

Formación de oceáno bajo África

Un equipo internacional liderado por la Universidad de Southampton ha documentado la existencia de pulsos de roca fundida bajo la región de Afar, en el noreste de África. Este fenómeno, descrito como oleadas de manto caliente que ascienden de forma rítmica, está directamente relacionado con la fractura progresiva del continente, en una zona donde confluyen tres fallas tectónicas. A largo plazo, este proceso podría desembocar en la separación de tierras y la creación de un nuevo océano, un escenario que ofrece una oportunidad única para observar cómo cambian los continentes a lo largo de millones de años.

La investigación, publicada en la revista científica Nature Geoscience, ha demostrado que estos pulsos no fluyen de manera uniforme, sino que lo hacen en intervalos marcados por la estructura de las placas superiores. El análisis geoquímico de más de un centenar de muestras volcánicas ha permitido reconstruir la dinámica entre la actividad interna de la Tierra y los procesos visibles en la superficie. Las huellas químicas encontradas muestran que la actividad del manto profundo está estrechamente vinculada al movimiento de las placas, lo que tiene importantes implicaciones en la aparición de volcanes y terremotos.

Esta fracturación continental observable en Afar es uno de los pocos casos donde los investigadores pueden presenciar el nacimiento de una cuenca oceánica en tiempo real (geológicamente hablando), demostrando que la superficie terrestre no es estática, sino resultado de procesos internos activos y complejos.

La rotación de la Tierra, bajo la lupa por su inesperada aceleración

Rotación de la Tierra y duración del día

Al mismo tiempo que se investiga el subsuelo, la rotación de la Tierra ha protagonizado titulares por presentar anomalías. Los organismos encargados de la medición del tiempo, como el International Earth Rotation and Reference Systems Service, han detectado algunos de los días más cortos jamás registrados gracias al uso de relojes atómicos ultraprecisos. En los meses de julio y agosto de este año, se prevén jornadas con una duración ligeramente inferior a las 24 horas habituales, llegando a perder hasta 1,5 milisegundos en un solo día.

Este cambio en la rotación va en contra de la tendencia observada durante siglos, en la que la fuerza gravitacional de la Luna ralentizaba el giro terrestre. Los expertos aún no encuentran una causa definitiva para esta aceleración, aunque algunas hipótesis apuntan a procesos internos no del todo comprendidos o a la redistribución de masas tras grandes terremotos. La comunidad científica sigue asombrada por la velocidad de estos cambios y cómo afectan a la medición del tiempo universal, que hasta ahora requería la introducción de segundos intercalares para compensar la ralentización natural.

La forma esférica del planeta y el reto del terraplanismo

En medio de estos debates y nuevas evidencias, las teorías conspirativas que niegan la forma redonda de la Tierra siguen circulando. Sin embargo, la ciencia ha demostrado de forma sencilla y repetida la curvatura terrestre. Desde antiguas observaciones de barcos desapareciendo poco a poco en el horizonte, hasta los experimentos al alcance de cualquier persona, basta con emplear la lógica y la observación directa para constatar la esfericidad del planeta. Historiadores y especialistas subrayan que, incluso en la Edad Media, el conocimiento sobre la forma esférica de la Tierra estaba extendido entre los eruditos, desmintiendo la falsa creencia de que se defendía una visión plana hasta tiempos recientes.

Queda claro que nuevos hallazgos sobre el comportamiento interno del planeta y la medición precisa de sus movimientos no solo enriquecen el conocimiento científico, sino que también ayudan a desmontar algunos de los mitos y errores persistentes sobre la Tierra y su evolución.

Los descubrimientos sobre la interacción entre el manto y la corteza en África, la variabilidad de la rotación terrestre y la confirmación experimental de la forma esférica planetaria demuestran que la Tierra es un organismo dinámico y en constante metamorfosis, mucho más complejo y fascinante de lo que a simple vista podría parecer.