Artículo elaborado por José Ángel Núñez Mora, Jefe de Climatología de AEMET en la Comunitat Valenciana
Artículos Relacionados
En la umbría del Benicadell, icónica sierra que separa las provincias de Valencia y Alicante, dentro de la comarca valenciana de la Vall d’Albaida se encuentra el pequeño pueblo de Carrícola, que tiene menos de cien habitantes. De entre las cincuenta mujeres que viven en Carrícola, una de ellas es Concha Sanz Quilis, un sol de la meteorología valenciana.
El germen de la observación meteorológica realizada por personal voluntario se encuentra, precisamente, en esta comarca de la Vall d’Albaida, cuando Manuel Iranzo i Benedito, diputado a Cortes durante cinco legislaturas por el distrito de Albaida y miembro de una familia de terratenientes de la comarca, puso en funcionamiento el Servicio Meteorológico de la Federación Agraria de Levante y la red pluviométrica regional, aunque no hay constancia de que llegase a haber un observatorio meteorológico en Carrícola perteneciente a esta red o a la del Servicio Meteorológico Nacional hasta 1961, por lo que Concha Sanz y su hermano serían los primeros observadores que hicieron registros meteorológicos con instrumentos profesionales en el pueblo.
Concha Sanz va a cumplir 90 años este 2025 y es la observadora de meteorología del pueblo desde mayo de 1961, cuando envió los primeros registros de lluvia en la localidad. Las primeras décadas, Concha compartió la observación con su hermano Rafael; luego, cuando este falleció continuó en solitario y en los últimos años comparte estas labores con su hija Inma, que es una de las cosas por las que Concha se encuentra más satisfecha en la vida: haber inculcado en su única hija el gusto por la observación meteorológica.
Toda una vida mirando al cielo, a las nubes, a los termómetros de la garita de observación y registrando la lluvia del pluviómetro, que permanece largos periodos totalmente vacío, mientras que en otros cortos periodos la lluvia torrencial lo habría desbordado de no ser por la experiencia y diligencia de Concha, ya que el acumulado diario excedía la capacidad máxima de 210 mm. Así ocurrió durante las históricas gotas frías del 4 de noviembre de 1987, cuando registró 305.0 mm y del 11 de septiembre de 2019, con 251.0.
Las observaciones de temperatura comenzaron a realizarse en 1973, doce años después de comenzar los registros pluviométricos. No llegó a tiempo, por tanto, a registrar las temperaturas que se produjeron en el pueblo durante la gran ola de frío del siglo XX, la de febrero de 1956, pero sí que llegó a registrar -6.2 °C los días 9 y 15 de enero de 1985, los más fríos de los últimos 50 años en la localidad, y los históricos 46.0 del 10 de agosto de 2023, el día con la temperatura más alta.
Concha es un sol de la meteorología valenciana porque sus cualidades como persona y como observadora han sido afectuosamente reconocidas durante mucho tiempo por la comunidad meteorológica (aficionados, medios de comunicación y profesionales), no solo de la comarca o de la Comunitat Valenciana, sino también a nivel nacional, como se demostró en el homenaje que se le rindió hace casi 20 años, en marzo de 2006, por un grupo de aficionados de toda España.
Fuera de su familia y de su pueblo, unos de los que mejor la conocen son los meteorólogos de À Punt, a los que cada día desde 1989, cuando comenzaron las emisiones de Canal 9, llama por teléfono para comunicar los registros meteorológicos del pueblo. Como homenaje a Concha por su labor infatigable, en À Punt le han realizado varios reportajes en los últimos años, como el de octubre de 2024, grabado solo unas semanas antes de la catastróficas riadas que asolaron el norte de la provincia, o el de octubre de 2022, en el que nos muestra la garita donde cada día, a primera hora de la mañana y luego por la tarde, registra la temperatura máxima y mínima y la anota en el cuaderno para después enviar esos datos a la Agencia Estatal de Meteorología.
Concha Sanz también fue reconocida por la Diputación Provincial de Valencia con el premio “Hacemos que las mujeres cuenten”, galardones que fueron instaurados para potenciar la visibilidad y en defensa de la igualdad, la investigación y el emprendimiento de mujeres referentes en el medio rural de la provincia.
Muchos observadores de meteorología altruistas repartidos por toda España brillan con luz propia en sus pueblos, donde suelen ser figuras muy conocidas y reconocidas, pero Concha Sanz no solo brilla en Carrícola sino que también es un sol de la meteorología valenciana.
Nota. Ser un sol: Locución verbal coloquial usada para ponderar afectuosamente las cualidades de una persona.
Agregar comentario