
El tifón Kalmaegi, conocido localmente como Tino, ha dejado un balance devastador en Filipinas: al menos 93 personas han perdido la vida y se reportan 26 desaparecidos, mientras el ciclón continúa desplazándose con vientos cercanos a 130 km/h en dirección al centro de Vietnam.
Las inundaciones repentinas, los corrimientos de tierras y los cortes de electricidad han complicado las labores de rescate, especialmente en Cebú, que ha decretado el estado de calamidad tras el impacto de la tormenta en las Visayas, como ocurrió con el tifón Bualoi en Filipinas, y su posterior salida al mar de China Meridional.
Víctimas, afectados y daños

El último balance eleva a 93 los fallecidos a escala nacional. En la provincia de Cebú, la más golpeada, se recuperaron 35 cuerpos en un poblado costero inundado y el recuento provincial ascendió a 76, mientras que el número total de afectados supera las 706.000 personas en 241 municipios, según datos oficiales.
Entre las víctimas figuran seis militares fallecidos en el sur de Mindanao tras el desplome de un helicóptero que realizaba una misión humanitaria. Las autoridades han confirmado además decenas de heridos y miles de viviendas dañadas por el agua y el viento.
Los testimonios recogidos en barrios anegados describen subidas del nivel del agua en cuestión de minutos, con vecinos que se refugiaron en azoteas y entre escombros. Calles convertidas en torrentes, vehículos arrastrados y barrios cubiertos de lodo dibujan una estampa de gran devastación tras el paso del ciclón.
La emergencia llega apenas un mes después del terremoto de magnitud 6,9 que sacudió la provincia de Cebú, un antecedente que ha agravado la vulnerabilidad de infraestructuras y de miles de familias que aún vivían en alojamientos temporales.
Evacuaciones y operativos de emergencia
Las autoridades han ordenado evacuaciones masivas y el cierre de colegios y oficinas en las zonas más expuestas. El total de evacuados asciende a alrededor de 437.000 personas a escala nacional, con más de 200.000 en las Visayas; solo en las Islas Dinagat se trasladó preventivamente a unas 7.000 personas, y se han suspendido actividades turísticas y la pesca en áreas como Siargao.
Equipos de la Cruz Roja Filipina y servicios de emergencia han utilizado botes para llegar a comunidades aisladas por la crecida. Persisten cortes de luz y fallos en telecomunicaciones en varios municipios, mientras se trabaja contrarreloj para restablecer servicios básicos.
El impacto sobre el transporte ha sido significativo: se cancelaron más de 180 vuelos en las áreas afectadas y se pidió a embarcaciones pequeñas permanecer en puerto seguro por el riesgo de oleaje y mar de fondo asociado al ciclón.
Con el descenso de las aguas, el reto inmediato es retirar los escombros, reabrir carreteras bloqueadas y acelerar la distribución de ayuda. Cebú formalizó el estado de calamidad para movilizar recursos con mayor agilidad ante los graves daños y la suspensión de servicios esenciales.
Trayectoria y previsiones
Kalmaegi tocó tierra cerca de Silago y atravesó el centro del archipiélago antes de pasar por Palawan (El Nido) rumbo al mar de China Meridional. Tras debilitarse al tocar tierra, los modelos apuntan a que volverá a intensificarse sobre aguas abiertas en su camino hacia el centro de Vietnam.
La agencia meteorológica PAGASA mantiene la alerta por marejada ciclónica potencialmente mortal con alturas puntuales superiores a tres metros en zonas bajas y expuestas. También se ha observado la interacción con una línea de corte que ha potenciado las lluvias en las Visayas y áreas cercanas.
Vietnam se prepara para el peor escenario ante la posible llegada del sistema en las próximas jornadas, en un contexto ya complicado por inundaciones recientes que han dejado al menos 40 fallecidos. En China, la provincia de Hainan emitió una alerta de nivel cuatro por la aproximación del ciclón.
Lluvia, viento y factores climáticos
En las 24 horas previas al impacto, el entorno de Ciudad Cebú registró 183 mm de lluvia, superando con creces el promedio mensual de 131 mm. La combinación de vientos sostenidos cercanos a 130 km/h y precipitaciones intensas favoreció riadas y deslizamientos.
Expertos subrayan que el calentamiento del océano impulsa una rápida intensificación de estos sistemas, y que una atmósfera más cálida retiene mayor humedad, desencadenando lluvias más torrenciales, un patrón observado en los tifones del Pacífico occidental.
Transporte y consejos prácticos para viajeros europeos
Para quienes viajen desde o hacia Europa con conexiones en Filipinas o Vietnam, se recomienda confirmar el estado de los vuelos con las aerolíneas y aeropuertos por las cancelaciones y reprogramaciones. En destinos turísticos como Cebú, Siargao y El Nido conviene evitar zonas costeras bajas, seguir avisos locales y revisar coberturas de seguros de viaje.
Las embajadas y consulados europeos suelen emitir avisos a viajeros durante episodios de tiempo severo: se aconseja inscribirse en los registros de viajeros, mantener canales de contacto abiertos y atender a las indicaciones de protección civil antes de desplazarse por áreas afectadas.
Kalmaegi deja un panorama de gran impacto humano y material en Filipinas, con Cebú como epicentro de los daños, centenares de miles de evacuados y una amplia interrupción de servicios y transportes, mientras la atención se centra ya en su evolución sobre el mar de China Meridional y el riesgo que representa para las próximas horas en la costa de Vietnam.











