Artículo elaborado por Carlos Cano-Barbacil, investigador postdoctoral en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) y Javier Cano Sánchez, observador de meteorología retirado y veterano naturalista
El petirrojo europeo (Erithacus rubecula) es un pájaro de pequeño tamaño, aspecto rechoncho y normalmente muy confiado (figura 1). Se trata de una especie forestal y ampliamente distribuida en Europa, aunque hacia el sur está más limitada y solo ocupa bosques, parques y jardines. A pesar de que se reproduce en gran parte de la península ibérica, desde septiembre hasta abril recibe un importante contingente de invernantes europeos.
Un rasgo de transformación en las poblaciones ligado al clima es la modificación de los patrones fenológicos. De acuerdo con los resultados del seguimiento fenológico de la llegada en otoño del petirrojo europeo a la zona centro peninsular (Madrid, Getafe y Valdemoro) el valor normal de observación de los primeros ejemplares se corresponde con el 28 de septiembre para el periodo 1991-2020 (datos propios inéditos). Sin embargo, esta temporada se ha visto por primera vez el 10 de septiembre, lo que ha supuesto un adelanto de 18 días y una caracterización fenológica de extraordinariamente temprana, ya que se trata de la fecha más temprana de la serie histórica que comenzó en 1978 (figura 2). Actualmente, la mayoría de los organismos tienden a adelantar sus procesos vitales (Parmesan y Yohe 2003), lo que puede provocar desajustes fenológicos importantes y causar pérdidas de sincronización entre la especie afectada y las especies de las que depende y de las que se alimenta.

Por otra parte, cada vez menos petirrojos procedentes del norte y del centro de Europa vienen a pasar el invierno en la península ibérica. En este seguimiento, se ha calculado que la llegada de petirrojos extraibéricos ha caído entre un 73 % (Cano 2024 y datos propios inéditos, figura 3), lo que coincide con las observaciones de Tellería (2024) que estima la caída en un 80%. Esto se debe a un cambio en el comportamiento migratorio de la especie como consecuencia de inviernos menos rigurosos y más cortos en Europa, pues su distribución se asocia fuertemente a la temperatura invernal. En un escenario de cambio climático (Huntley et al. 2007), se prevé una interrupción completa de la llegada de petirrojos invernantes a amplias regiones del centro peninsular.

Referencias
Cano, J. 2024. Guía básica de meteorología. Agencia Estatal de Meteorología. Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Madrid.
Huntley, B., Green, R. E., Collinghan, Y. C. y Willis, S. G. 2007. A Climatic Atlas of European Breeding Birds. Durham University, the RSPB y Lynx Editions. Barcelona.
Parmesan, C. y Yohe, G. 2003. A globally coherent fingerprint of climate change impacts across natural systems. Nature 421: 37-42.
Tellería, J. L. 2014. The decline of a peripheral population of the European robin Erithacus rubecula. En: Journal of Avian Biology 45: 001-008.












