Acompáñanos a recorrer las costas de Islandia más impresionantes y a conocer los lugares que ningún viajero debería perderse. Playas tan negras como espectaculares.

Para un español, la playa es casi un estado de ánimo. Basta pensar en la luminosidad de nuestras costas mediterráneas, en los tonos turquesa de Formentera o en las arenas doradas de Cádiz.
Incluso cuando buscamos algo distinto, nos quedamos fascinados con los paisajes volcánicos de Lanzarote, donde el negro basáltico convive con un océano azul intenso. Pero, por muy exóticas que parezcan nuestras propias playas, hay un lugar en Europa que lleva el concepto de “arena oscura” al extremo.
Un país donde las playas no son para tomar el sol
Nos referimos a Islandia, la isla donde las playas son tan negras como el carbón. Allí, la imagen de playa paradisíaca simplemente no existe, pues no hay sombrillas, ni chiringuitos, ni turistas en bañador.
Estas playas no son un capricho del clima ni un efecto óptico: su color procede directamente de la actividad volcánica que ha moldeado la isla durante millones de años.
Volcanes, lava y tiempo: el origen de la arena negra
Islandia se encuentra justo encima de la Dorsal Mesoatlántica, la frontera donde se separan las placas tectónicas euroasiática y norteamericana. Esta fractura geológica provoca una actividad volcánica constante: erupciones, flujos de lava recién solidificada, columnas de ceniza y ríos de magma que afloran a la superficie.
La playa de Reynisfjara (Islandia) está considerada una de las 10 playas -no tropicales- más hermosas del mundo: arenas negras, columnas basálticas hexagonales, cuevas… #Felizmartes pic.twitter.com/H14JVFUmcb
Becario en Hoth (@becarioenhoth) June 9, 2020
El proceso comienza con la erupción volcánica, cuando el magma sale a la superficie y, al enfriarse rápidamente al contacto con el aire o el agua, se convierte en basalto oscuro.
Con el paso del tiempo, la acción del viento, el hielo y las olas desgasta estas rocas durante décadas, o incluso siglos, hasta desmenuzarlas en granos finos que finalmente el océano transporta y deposita a lo largo de la costa, formando así las playas negras tan características de Islandia.
Las 3 mejores playas para visitar en Islandia
Aunque son muchas, hoy nos detenemos en tres playas. No son las más cálidas, pero sí las más fotogénicas y fascinantes desde un punto de vista natural, donde extensiones de arena oscura contrastan con el blanco de los glaciares y el gris del Atlántico Norte.
Reynisfjara: la playa más famosa (y peligrosa) del país
Situada cerca del pueblo de Vík í Mýrdal, en la costa sur, Reynisfjara es probablemente la playa negra más conocida del mundo. Hablamos de un paisaje que parece diseñado por un artista, con columnas de basalto hexagonal perfectamente alineadas que recuerdan a un órgano gigante, enormes agujas de roca llamadas Reynisdrangar que emergen del agua y una arena negra tan fina que parece absorber la luz.
A pesar de su belleza, es imprescindible visitarla con precaución, ya que las llamadas sneaker waves pueden arrastrar a los visitantes mar adentro, por lo que toda la costa está señalizada y es fundamental respetar las indicaciones de seguridad.
Playa de Djúpalónssandur, misterio y ruinas en la península de Snæfellsnes
Ubicada al oeste de la isla, en el Parque Nacional de Snæfellsjökull, esta playa combina el dramatismo de la arena volcánica con un escenario cargado de historia.

Se pueden ver las rocas negras pulidas por el mar, los restos retorcidos de un barco pesquero naufragado en 1948 y cuatro legendarias piedras de fuerza que antiguamente determinaban si un pescador era apto para embarcarse. Es un lugar ideal para pasear, fotografiar sus formaciones rocosas y sentir el magnetismo del volcán-glaciar Snæfellsjökull.
Playa de Stokksnes, el icónico contraste con la montaña Vestrahorn
En el sureste del país, la playa de Stokksnes ofrece una de las postales más famosas de Islandia, con una arena negra, húmeda y brillante que se extiende como un espejo reflejando las afiladas montañas de Vestrahorn.
Mientras no podamos viajar a otro planeta, pasar una noche en la playa de Stokksnes con auroras boreales, es lo más parecido a viajar al futuro.
-Iceland pic.twitter.com/U6BdpDCvIy— Miguel Morenatti (@MiguelMorenatti) February 7, 2022
El cielo ártico sobre Stokksnes ofrece un espectáculo de luces que cambia con rapidez, creando reflejos impresionantes sobre la arena negra y las dunas cubiertas de hierba. En invierno, el lugar se transforma cuando aparecen las auroras boreales, pintando el horizonte con cortinas verdes y púrpuras que se reflejan en la playa, convirtiéndola en un destino único para fotógrafos y viajeros que buscan paisajes espectaculares tanto al amanecer como al atardecer.











