El 24 de octubre se celebra en toda España el Día de las Bibliotecas, una iniciativa impulsada por la Dirección General del Libro, del Cómic y de la Lectura, a través de la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria del Ministerio de Cultura.
Cada año, esta jornada busca poner en valor el papel de las bibliotecas como espacios esenciales de acceso libre al conocimiento, la cultura y la información veraz.
En esta edición de 2025, el lema elegido —“Contra la desinformación: bibliotecas”— subraya el compromiso de todas las bibliotecas, sean públicas, escolares, universitarias o especializadas, en la defensa de la verdad frente a los bulos y la manipulación informativa.
Las bibliotecas no solo combaten la desinformación mediante sus fondos y bases de datos, sino también a través del trabajo de su personal, que actúa como mediador y garante de que la ciudadanía acceda a fuentes fiables, contrastadas y actualizadas.
¿Por qué el 24 de octubre? Un día con memoria
La fecha se eligió en recuerdo de un episodio trágico: en 1992, durante la guerra de los Balcanes, la Biblioteca Nacional de Sarajevo fue destruida en un incendio provocado. Entre los escombros, el músico Vedran Smailovic tocó su violonchelo como símbolo de resistencia cultural.
Desde entonces, esta conmemoración recuerda que proteger las bibliotecas es proteger la memoria y el pensamiento crítico, pues a lo largo de la historia estos espacios han sido vistos como amenazas por albergar saber y libertad.
El papel de la biblioteca de AEMET en la lucha contra la desinformación
La biblioteca de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), al ser un centro especializado en ciencias atmosféricas, clima y meteorología, tiene un papel muy importante en el tema de este año. Dado que la desinformación sobre el clima se difunde con facilidad, su labor es ahora más importante que nunca.
1. La meteorología, un terreno vulnerable a los bulos
En las redes sociales y en los medios de comunicación no especializados abundan los mensajes falsos o sensacionalistas:
“El huracán va a destruir tal ciudad”, “El cambio climático es un invento”, “Las predicciones meteorológicas nunca son exactas”.
Estas declaraciones crean desconfianza, miedo o inacción ante problemas reales. La biblioteca de AEMET, al custodiar fuentes científicas, técnicas e históricas, se transforma en garante de la exactitud y en un punto de referencia para verificar la información climática y ambiental.
2. Apoyo a profesionales y divulgadores
Los meteorólogos, investigadores y comunicadores necesitan información precisa, actualizada y contrastada.
La biblioteca ofrece acceso a:
- Bases de datos científicas y estándares técnicos.
- Documentación histórica.
- Materiales para apoyar la educación sobre el clima.
De esta manera, la biblioteca sirve como defensa contra la desinformación científica, asistiendo a los expertos a refutar noticias falsas con datos fiables.
3. Fomento de la cultura científica y climática
Además de ofrecer asistencia técnica, la biblioteca puede contribuir a la divulgación mediante:
- Talleres, charlas y exposiciones sobre meteorología.
- Creación de infografías y guías informativas.
- Colaboración con centros educativos y medios de comunicación para difundir conocimiento climático fiable.
Así, la biblioteca se transforma en un centro educativo accesible al público, impulsando el razonamiento y la cultura científica.
4. Custodia de la memoria meteorológica
Gran parte del negacionismo del cambio climático surge por desconocimiento del pasado. La biblioteca guarda documentos, publicaciones y estudios históricos que evidencian cómo ha variado el clima con el tiempo, aportando pruebas documentadas contra afirmaciones infundadas como “el clima está en constante cambio”.
“Frente al ruido, datos. Frente al bulo, ciencia. La biblioteca de AEMET, contra la desinformación climática.”












