El cráter Halemaʻumaʻu del Kīlauea, en la Isla Grande de Hawái, ha vuelto a mostrar una actividad intensa al reactivarse durante la noche del viernes. Las cámaras del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) registraron el inicio del episodio, corroborando una nueva erupción confinada dentro del cráter.
A los pocos minutos, el Observatorio de Volcanes de Hawái (HVO) confirmó un notable incremento del vigor eruptivo, con chorros de lava que fueron a más en poco tiempo y una señal instrumental coherente con un evento de alta energía pero potencialmente de corta duración.
Cronología de la reactivación
De acuerdo con el HVO, el episodio comenzó alrededor de las 20:05 hora local (HST) desde un respiradero situado al norte, tras unos 30 minutos de desbordamientos de lava poco gasificada; a las 20:50 HST se activó también el respiradero sur, y en apenas 20 minutos ambos focos igualaron su potencia y siguieron ganando altura.
Hacia las 22:00 HST, las fuentes alcanzaron sus cotas más elevadas del evento: el respiradero sur rozó los 1.500 pies (aprox. 500 metros) y el norte superó los 1.100 pies (unos 330 metros), cifras que el observatorio identifica como las más altas registradas de esta fase. Estas marcas sitúan al episodio, referido por el HVO como el número 35 de la serie eruptiva reciente, entre los más vigorosos del ciclo actual.
Columnas de gas y caída de materiales
La actividad generó una columna de gases volcánicos que se elevó por encima de los 5.000 metros sobre el terreno, con reportes de caída de tefra en la autopista 11. Las autoridades avisaron de posible dispersión de ceniza fina y de cabello de Pele hacia la región de Kaʻu, en el sur de la isla.
Incluso a decenas de kilómetros del cráter, residentes informaron haber visto el resplandor de la lava en el cielo, un indicio visual de la magnitud del episodio y de la intensa alimentación de las fuentes eruptivas durante el pico de la noche.
Señales instrumentales y duración prevista
Mientras tanto, se mantuvo el nivel de vigilancia con código de color naranja y seguimiento continuo por parte de las autoridades locales y estatales. Este umbral refleja una situación de actividad elevada y monitorización estrecha, con atención a cambios de comportamiento y a la calidad del aire en las zonas a sotavento.
Contexto del volcán más activo de Hawái
La presente reactivación se suma a otros episodios de las últimas semanas. A comienzos de mes, por ejemplo, se documentaron fuentes que llegaron a los 100 metros de altura, muy por debajo de las cotas alcanzadas en esta ocasión, cuando el respiradero sur marcó el pico cercano a 500 metros.
El Kīlauea está considerado uno de los volcanes más activos del planeta. En el siglo XX acumuló 52 erupciones y protagonizó la prolongada fase de Puʻu ʻŌʻō entre 1983 y 2018, una secuencia que se extendió durante 35 años y que sirve como referencia para entender la persistencia y variedad de su actividad.
Con las fuentes disparándose cientos de metros, una columna de gas a gran altitud y caída puntual de materiales, este nuevo episodio del Kīlauea queda definido por su intensidad y su posible brevedad; el HVO mantiene la vigilancia y actualiza los datos en tiempo real para seguir de cerca la evolución de la erupción en Halemaʻumaʻu.