Inicio » Clima » El asteroide que pasó a 400 kilómetros de la Tierra: lo que sabemos

asteroide cercano a la Tierra

A muy poca altura en términos astronómicos, un pequeño objeto designado 2025 TF pasó junto a la Tierra a unos 400 kilómetros, una franja similar a la de la órbita de la Estación Espacial Internacional . Fue un sobrevuelo totalmente seguro y, pese a la cercanía, no supuso amenaza alguna.

Los datos oficiales sitúan la máxima aproximación el 1 de octubre a las 00:49 GMT sobre la región de la Antártida. Los cálculos del Centro para el Estudio de Objetos Cercanos a la Tierra (CNEOS/JPL) indican una distancia nominal de 6.780 km desde el centro del planeta, equivalente a unos 423 km de altitud sobre la superficie.

Qué ocurrió exactamente

Se trata de un asteroide diminuto, con un diámetro estimado de entre 1,2 y 2,7 metros, comparable al tamaño de un sofá. Debido a su tamaño y brillo reducidos, los telescopios solo pudieron localizarlo horas después de su punto de mayor acercamiento. Este tipo de asteroides de pequeño tamaño presentan precisamente ese desafío observacional.

El programa de vigilancia Catalina Sky Survey fue el primero en reportar el objeto tras el paso cercano, y el Minor Planet Center difundió una circular con las observaciones recopiladas por varios observatorios. Con esos datos, los astrónomos reconstruyeron con precisión la trayectoria y la altitud del sobrevuelo sobre el continente antártico.

Las cifras publicadas por CNEOS/JPL confirman que el evento encaja dentro de los acercamientos seguros y bien documentados, reforzando la coordinación entre redes de sondeo, centros de datos y observatorios para validar mediciones de objetos cercanos a la Tierra.

imagen de un asteroide cercano a la órbita terrestre

¿Hubo peligro para la Tierra?

Los especialistas han sido claros: no existió riesgo. Con un tamaño de apenas un par de metros, un objeto de estas características se desintegraría por completo en la atmósfera, generando como mucho una bola de fuego efímera si llegase a entrar.

Aun así, su paso tan cercano llama la atención porque transitó a altitudes comparables a las de la órbita baja, donde operan la ISS y numerosos satélites. En este caso, la geometría de la trayectoria y el momento del sobrevuelo evitaron cualquier conflicto con vehículos espaciales.

Estos encuentros sirven a la comunidad científica para poner a prueba los protocolos de vigilancia y afinar los modelos de dinámica orbital. Cada evento así observado aporta datos valiosos sobre la población de cuerpos de pequeño tamaño en el entorno cercano a la Tierra.

asteroide y Tierra en primer plano

Por qué se detectó después del máximo acercamiento

Encontrar rocas de apenas unos metros es complicado porque reflejan muy poca luz y solo se vuelven detectables cuando están extremadamente cerca. Además, se mueven deprisa sobre el fondo estelar, lo que exige cadenas de observación muy automatizadas.

  • Las encuestas del cielo toman miles de imágenes por noche y buscan puntos que cambian de posición frente a las estrellas.
  • Los equipos remiten las detecciones al Minor Planet Center, que consolida reportes y calcula órbitas preliminares.
  • Con más medidas, centros como CNEOS/JPL refinan la trayectoria y estiman distancias y momentos de aproximación.

Gracias a esta infraestructura global, hoy se registran varios acercamientos seguros cada semana. Entre los más cercanos documentados figura el asteroide 2020 VT4, que pasó a unos 370 km de altitud en 2020, un antecedente que ayuda a contextualizar la cercanía del 2025 TF.

representación genérica de asteroide

El paso de 2025 TF ha sido un recordatorio útil: un evento muy próximo, bien medido y sin amenazas, que subraya la importancia de mantener y mejorar los sistemas de detección y seguimiento de objetos cercanos a la Tierra.