Descubre este pueblo que combina mar, gastronomía, historia y tradición en un formato tranquilo y acogedor, pues a pesar de casi cuatriplicar su población en verano, sigue conservando su esencia.

Hoy ponemos rumbo a un rincón costero de la provincia de Castellón que cambia de piel con las estaciones. Durante el invierno conserva la calma de sus 8.011 habitantes, pero cuando llega el verano, el pueblo se llena de vida, multiplicando su población hasta superar los 30.000 vecinos temporales.
El pueblo costero donde la historia antigua se mezcla con la vida marinera
Nos referimos a Moncofa, localidad situada en la comarca de la Plana Baixa, a solo 35 minutos en coche al norte de Valencia capital y a 25 de Castellón de la Plana.
Moncofa
️Ací els dies s’assaboreixen entre passejos per platges, banys refrescants i arrossos que fan gust de diumenge.
I si t’endinses un poc més, descobriràs que Moncofa és molt més que un destí d’estiu.
Ja has anat?#turismodecastellón #moncofa pic.twitter.com/xT5TaZ2Kfk
— Turismo de Castellón (@turcastellon) May 27, 2025
Rodeado de huertas, marjales y naranjos, este pequeño municipio se ha desarrollado entre el campo y el mar, conservando el alma de pueblo tradicional pero con servicios turísticos de calidad.
La historia de este pueblo, que en castellano responde al nombre de Moncófar, se remonta a la época romana, cuando era un territorio casi despoblado, formado por marjales y algunas villas aisladas que funcionaban como hostales para los viajeros de la Vía Augusta, una de las calzadas romanas más importantes de Hispania.
Sus playas y rincones tranquilos incluso para ir con perro
Moncofa cuenta con más de seis kilómetros de costa, donde se reparten varias playas de aguas limpias y cristalinas, con arena gruesa y tramos de grava. Muchas de ellas lucen la bandera azul, reconocimiento europeo a la calidad de sus aguas, limpieza y servicios.
Entre marjales y flora protegida, encontramos la playa de lEstanyol en Moncofa.
Esta playa con bandera azul es perfecta para conectar con la naturaleza o practicar pesca tradicional.
¿Te vienes a pasar el día?#TurismoDeCastellón #CostaAzahar #PlayasCastellón pic.twitter.com/jWoLXO1EVK
— Turismo de Castellón (@turcastellon) August 1, 2025
La playa más concurrida es la de Grau, de carácter urbano y perfectamente equipada con paseo marítimo, duchas, vigilancia, accesos adaptados y una amplia oferta de bares y restaurantes, lo que la convierte en la favorita de las familias.
A pocos minutos caminando, la playa de Masbó ofrece un ambiente mucho más tranquilo, ideal para quienes buscan desconectar. Su entorno, con pequeñas dunas y vegetación litoral, proporciona zonas de sombra natural que invitan al descanso.
Y para quienes viajan con mascotas, la playa de Belcaire, situada junto a la desembocadura del río homónimo, es un espacio natural abierto al público canino durante todo el año.
Qué ver en Moncofa más allá de sus playas
Aunque su mayor atractivo está en el litoral, el casco urbano de Moncofa también merece una visita. La Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena, de estilo gótico valenciano, es el principal edificio histórico del municipio.
Hoy en la Ermita de Santa María Magdalena en el Grao de la Playa de Moncófar. pic.twitter.com/2M6Tv7weqB
Chelo M. (@CheloMonz) January 31, 2021
Otro punto interesante es la ermita de Santa María Magdalena, situada en un entorno natural muy agradable, entre naranjos y cultivos. Desde allí se pueden hacer pequeñas rutas a pie o en bicicleta.
En el paseo marítimo, junto a los antiguos almacenes de redes y barcas, todavía se respira ambiente marinero. Aquí encontrarás terrazas, heladerías y restaurantes con vistas al mar.
Además de todo esto, Moncofa es también un lugar donde disfrutar de su gastronomía, pues su cocina está fuertemente influenciada por su cercanía al mar y por la huerta valenciana. Los productos estrella son el pescado fresco, el pulpo seco, las tellinas, y el arroz, en todas sus variantes.